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DOMINGO 2 de Diciembre de 2007 - I DE ADVIENTO (CICLO A)

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Lee el Evangelio de este domingo
Elige el comentario que quieres leer: Matrimonio y familia, Educación de los hijos, Trabajo, Economía Doméstica, Enfermedad, Tercer mundoSocial,
Reza con esta Oración a propósito del Evangelio.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 24,37-44
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.

Palabra del Señor

DESDE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
(matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana)
Es tiempo de prepararnos, de estar a la espera …, de vivir con la confianza puesta en Dios,…. Es tiempo también de preparar el encuentro con la familia. No hay nada como las reuniones familiares, pese a todos sus problemas, pese a todas las diferencias, pese a todos los desencuentros, pese a todo. Los recuerdos más bonitos que conservamos, tanto de pequeños, como los que queremos que nuestros hijos vivan, son las risas, las peleas, los juegos, los amores, el vernos crecer con los primos, con los tíos, con los abuelos. No dejemos que las prisas, el aburrimiento y la rutina desvirtúe, adultere, las discusiones, los chistes, la comida de la abuela, las batallas del abuelo, las tonterías del tío, las risas del cuñado, los llantos del sobrino, las peleas de los primos, la cara del bisabuelo,… ¿acaso no es maravilloso?... Estemos en vela y pese a que, a veces, escuchamos expresiones como: “otro año más”, “no me apetece ir con la familia”, disfrutemos, porque hoy como hace dos mil años, alguien buscó un hogar y no obtuvo respuesta. Demos gracias a Dios por lo que tenemos, que es único y maravilloso, demos gracias a Dios por la suerte de tener una familia, sea como sea… No dejemos que ésta sea una espera más,… porque nunca se sabe cuando vendrá el Señor y cuando venga a buscarnos, le mostremos todo el amor que hemos sido capaces de dar a los demás.

DESDE EL TERCER MUNDO
(matrimonio con un hijo, voluntarios de ONG en país musulmán, trabajan en la misión, pertenecen a comunidad cristiana)
El evangelio nos invita a velar. Debemos reflexionar cómo es nuestra actitud de espera. Porque ¿cómo nos preparamos para la venida del Señor? Creemos es necesario una actitud de búsqueda, nuestro velar no debe estar basado en la simple espera sino más bien todo lo contrario, debe ser una espera activa y en tiempo presente, no en futuro.
¿Y si es hoy cuando nos visita?
Nuestra actitud vital debe ser estar abiertos a los acontecimientos, a las personas, ya que puede  pasar a nuestro lado, pegar en nuestra puerta, pedir compartir con él una cena... en este momento es dónde tenemos que demostrar  nuestro ser creyente y saber reconocerlo en nuestra vida.

DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer,casada,con dos hijas, de baja laboral, enferma de cáncer)
Resulta paradójico pensar que el mensaje del evangelio de este domingo "estad preparados" coincide con el bombardeo consumista que sufrimos durante este período de adviento. Sin embargo, que distinta debe ser cada una de estas "preparaciones". ¡Qué fácil nos resulta preparar la navidad con la familia! ES incluso divertido salir de compras y meternos dentro del bullicio de nuestra ciudad por la que nos dejamos absorber gustosamente. Pero ¡Qué dificil encontramos a veces estar preparados para Dios!
Hagamos este año un esfuerzo y estemos atentos a todas las necesidades de los  que nos rodean, olvidando nuestra enfermedad, para preparar así nuestra alma y nuestro corazón para recibir a Jesús, siempre con alegría. Sea cual sea nuestra dolencia, seremos felices.


DESDE LO SOCIAL
(hombre, casado, espera tercer hijo, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana) 
El sabernos y sentirnos salvados por el amor de Jesús no debe hacer que nos descuidemos. De hecho la consecuencia más natural de ese amor que Dios nos tiene, debería ser una respuesta igualmente gratuita y oblativa que diera los frutos de la justicia y la paz. Por eso, y con la seguridad esperanzada de que el Reinado de Dios se implantará en nuestro mundo, hemos de trabajar para que la fraternidad (de la mano de la igualdad y de la libertad) sea una realidad en nuestra sociedad, sobre todo entre los olvidados de este mundo. ¿Estamos atentos para saber concretar ese amor a los demás?

DESDE LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
(matrimonio, él trabaja, con cinco hijos, pertenecen a comunidad cristiana de matrimonios)
Para los niños, el Adviento es un tiempo en el que esperan con ilusión el comienzo de las Navidades. Así como en los colegios, nuestros hijos más pequeños, están empezando a llevar la pandereta y a ensayar villancicos, los que no somos tan chicos nos preparamos en medio de nuestra jornada diaria, a veces monótona y simple. Es ahí, en las vivencias de cada día donde vendrá El Señor, y tenemos que estar atentos, vigilantes y preparados.
En casa, entre todos, elaboramos un calendario de Adviento con pinzas de tender ropa y unos calcetines de cartulina. Dentro de cada uno ponemos un mensaje, un deseo, un caramelo, algo a lo que nos comprometemos ese día… De esta manera la familia entera se implica en la preparación y en la vivencia del Adviento con algo sencillo  pero significativo para cada uno.
 

DESDE EL TRABAJO
(matrimonio, ambos  empleados de empresa;  pertenecen a comunidad cristiana)
No saber cómo vendrá el futuro, estar atentos a nuestras acciones, preparados, confiados, todo esto nos lo dicen los evangelios de vez en cuando, pero la mayoría de los trabajadores buscamos seguridad, un empleo estable y fijo, que no nos suponga demasiados cambios (pero que tampoco sea aburrido), casi siempre lo que asociamos a los funcionarios.
Pero también en nuestro trabajo debemos estar atentos, a si hay cosas que mejorar, si hay gente que no se encuentra bien, si hacemos bien nuestro trabajo, etc.


DESDE LA ECONOMÍA DOMÉSTICA
(mujer,casada, con cuatro hijos, trabaja en asesoría económica, pertenece a comunidad cristiana)
¡Que bonito es la alegría y el brillo de los ojos de un niño cuando espera la navidad, la ilusión, la esperanza  en que sus deseos se hagan realidad!    
Los mayores vivimos el adviento con desenfreno, comilonas que preparar, loterías, regalos por comprar, idas y venidas  familiares y de encuentros para celebrar lo que el mercado  califica como “Navidad”. Realizamos pequeñas donaciones  del presupuesto familiar que nos hacen sentirnos un poquito mejor, pero en nuestro foro  interno sabemos que  todo esto no prepara nuestro corazón   para la venida del señor.Debemos de soñar, inocentemente, como nuestros hijos, en  reanudar o continuar en el camino de la fe intentar aislar a nuestras familias y a nosotros mismos de los deseos materiales  que nos acechan, transformándolos en  deseos de esperanza en un mundo mas humano guiado por el Señor.           
 

PARA REZAR
(hombre, casado, trabaja, con un hijo)
¡ Es la hora!... Como siempre o como nunca, Señor…
Que verdaderamente prepare el camino,
Que descubra que hay camino, para ir y para volver…
Que descubra que al principio y al final del camino hay esperanza…
Porque en realidad la esperanza es el camino…
Y Tú eres la esperanza y también el camino…
Padre, ayúdame a prepararme como siempre o como nunca,
Anímame a estar contigo, a buscarte, a seguirte, a mirar tu rostro…
Que no te busque en las luces, ni en el frío, ni en los regalos, ni en la fiesta…
Que te reconozca en el camino, en la conversión, en la oportunidad de volver a empezar…
Que te reconozca en el silencio de pedirte perdón, en el ánimo de estar preparado,
de mejorar, de exigirme, de ser y de hacer como cristiano…
Y que nunca se pierda el sentido del camino, que es el momento de limpiar la senda,
de acondicionar la vereda que nos lleve a Ti, desde la convicción de estar Contigo…
Porque el camino empieza Contigo y nos lleva hacia Ti…
Y en el trayecto empieza mi “yo contigo”, para llegar al “nosotros”…
Y esto es Adviento, que es preparar el camino para llegar y para que vengas,
andando en la esperanza de encontrar, y desde la ilusión de caminar contigo…
Porque al final, y al principio, el camino es estar... estar Contigo…
    
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