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DOMINGO 16 de julio de 2006 - XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.

LaicoNET -
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE LA ECONOMÍA DOMÉSTICA
(mujer, casada, con cuatro hijos, miembro de comunidad cristiana de matrimonios)

Por unas humedades del vecino, hemos estado de obras en casa. Comentándolo con mi marido nos damos cuenta, una vez más, lo importante que es llevarse bien con los vecinos, pues gracias a eso, enseguida llamó al seguro para solucionar el siniestro. Sólo venía un pintor a casa y él mismo nos comentaba cómo echaba de menos un compañero para rodar muebles, hacer las mezclas, y al fin y al cabo tener un poco de compañía. Si Jesús nos envía de dos en dos, por algo será, pues todos tenemos la experiencia de ser más fuertes cuando se suma la fe de dos o más personas. Quisiera resaltar la confianza que nos quiere insuflar Jesús, para el camino sólo nos hace falta un bastón: Él. Lo demás queda en un segundo plano. Más que demostrado, en estas reparaciones en nuestro piso, nos sobra para vivir las 9/10 partes de lo que tenemos.
 

DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, con una hija, enferma de cáncer, dejó de trabajar)

“Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más,…” Jesús nos manda a anunciar su Buena Noticia con el ejemplo. No sólo a hablar, sino a ayudar, a dar esperanza, amor, aliento a quien lo necesita. Para eso no necesitamos muchas riquezas, ni lujosas casas, ni grandes coches, ni un alto prestigio laboral y social, sólo necesitamos estar dispuestos a emprender el camino de la vida, con sus dificultades y sus alegrías, pero siempre con nuestra fe y una sonrisa como bastón y única ayuda. Es difícil, muy difícil seguir a Jesús sólo con eso y conseguir que algo quede en los demás, pero se puede conseguir, no hay que desfallecer, sólo hay que confiar….
 

DESDE LA EXCLUSIÓN SOCIAL: TRANSEÚNTES
(hombre, soltero, trabaja, pertenece a comunidad cristiana, voluntario de patrulla de calle en ONG católica)

Una vez al mes, procuramos organizar una salida que nos facilite el encuentro con los indigentes de la zona. Tras una reunión de una media hora, en la que incluimos un tiempo de oración, salimos de dos en dos al encuentro de esas personas de las que normalmente pasamos de largo. Esos días, normalmente los domingos, nos obligamos a salir ligeros de equipaje, para poder atender a esas personas tal y como entendemos que se merecen. Y debo decir que la situación cambia enormemente, pues el “lo siento, no tengo nada” y el “disculpe, tengo prisa”, son sustituidos durante unas horas por conversaciones bastante enriquecedoras, que normalmente acompañamos de un café y algo de comida. La experiencia de estas salidas no puede ser mejor: casi todos los indigentes que conocemos y con los que actualmente mantenemos contacto, los conocimos después de una “reunión de domingo” en la que humildemente tratamos de recorrer las calles, de la misma forma en que lo hicieron los discípulos enviados por Jesús.
 

DESDE LA PERSPECTIVA LABORAL Y SINDICAL
(hombre, casado, sin hijos, empleado de empresa; el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)

No recibido.
 

EN MEDIO DE OTRAS CONFESIONES
(hombre, casado, trabaja, se ha desplazado a otro país por motivos laborales)

Tal vez ahora el “rumbo” que vamos a tomar en nuestras vidas es más incierto. Resulta muy difícil encontrar trabajo y a veces la búsqueda del mismo nos puede conducir incluso hasta a otros países. Otras veces, la razón está en la pareja, los cada vez más habituales viajes, internet, el programa “Erasmus”… puede llevarte a lugares que nunca hubieras imaginado. Pues bien, cada cambio de ciudad o residencia, cada cambio de circunstancias, cada “movimiento”, sea querido o no, nos apetezca o no, puede convertirse en oportunidad preciosa. Dejemos, en estos momentos, resonar especialmente estas palabras de Jesús. Que el miedo no nos agarrote, que nuestro “equipaje” no sea “pesado” para que no nos deje inoperantes, que no vayamos solos y busquemos un buen compañero con el que compartir la misión encomendada, que los fracasos no nos hagan abandonar.
 

DESDE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
(hombre, casado, con dos hijos, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana)

En este tiempo que para muchos es de descanso, Jesús nos recuerda varias cosas. A saber, que para anunciar su mensaje del Reino no hay descanso y no necesitamos casi nada: sólo fe y amor en Jesús. En este sentido, en verano se organizan muchos encuentros de asociaciones, ONG´s, seminarios, etc. Creo que siempre es bueno dedicar parte de nuestro descanso a estos menesteres para renovar ideas ilusiones y fuerzas para nuestro quehacer social. Por otra parte siempre tengo presente que, también en estas fechas, muchísimas personas siguen sufriendo en cuerpo y espíritu y es a ellos a los que nos envía Jesús. Que nuestro trabajo en asociaciones, redes, plataformas, política, etc. sea siempre al servicio del Reino y nos sintamos permanentemente enviados por el Maestro.
 

DESDE LA PERSPECTIVA POLÍTICA
(hombre, casado, trabaja, milita en partido político, concejal electo, pertenece a comunidad cristiana)

No recibido.
 

DESDE LA RELACIÓN DE PAREJA Y VIDA FAMILIAR
( matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana)

“...los fue enviando de dos en dos...” Aunque en un matrimonio somos tres y no dos, lo cierto es que Dios nunca deja solo al hombre, para la misión, para trabajar por el Reino, para vivir, siempre en comunidad. En nuestro matrimonio vivimos la misión juntos, a cada uno, según los talentos que Dios nos concedió. Por otro lado, todos los matrimonios que conocemos, han comenzado su vida matrimonial, casi con la “túnica de repuesto”. Bendito sea Dios, por todos aquellos matrimonios que no esperan a tener sus asuntos económicos resueltos, bendito sea Dios por todos los matrimonios en los que una hipoteca no es lo fundamental para empezar su vida juntos, aunque todo hay que tener en cuenta. Bendito sea Dios por todos los matrimonios que se aman, a pesar, de no tener “ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja” y piensan y sienten que lo importante es que se aman y que, a pesar de todo, se ponen en camino, con la confianza absoluta en su amor, reflejo del amor de Dios. Un matrimonio que además, sale fuera, sale hacia los demás, no se quedan en ellos mismos, ni en sus hijos, ni en su relación perfecta o imperfecta, sino que se proyectan hacia los demás, incluso, a veces, por encima de su propio matrimonio.
 

DESDE LA PERSPECTIVA DEL TERCER MUNDO
(hombre joven, soltero, voluntario de ONG en Marruecos, pertenece a una comunidad cristiana)

No recibido.
 

DESDE LA VIVENCIA ECLESIAL
(hombre, casado, trabaja, con un hijo)

No recibido.  

EVANGELIO

XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. (Año - B)
16 de julio de 2006

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6,7-13
 
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: - «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor

    
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