DOMINGO 13 de Enero de 2008 - BAUTISMO DEL SEÑOR (CICLO A)

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: "Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?" Jesús le contestó: "Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así lo que Dios quiere." Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: "Este es mi hijo, el amado, mi predilecto."

El bautismo de Jesús marca el inicio de su vida pública, la manifestación de un compromiso verdadero y completo en realizar la Voluntad de su Padre, y la voluntad de Dios es que todos seamos felices, si no vemos esa felicidad debemos procurarla y buscarla para nosotros mismos y para todos los que se encuentran a nuestro lado.
Es por esto que como seguidores suyos, bautizados en su nombre, debemos procurar construir un mundo donde verdaderamente existan medios para que esta felicidad se de para todos, con respeto, justicia, fraternidad y dignidad. 

Hoy me siento una privilegiada porque el Señor me ha elegido para hacer de mí una persona nueva. Es verdad que he pasado un año muy duro, ahora que comienza este nuevo año y con este evangelio, me invita a pedir su Espíritu Santo, que me ayude cada día a sobrellevar esos momentos que muchas veces no se entienden, que crees que te van a aplastar, pero no es así con la ayuda de Dios, el Señor te levanta y te ayuda, pues ves las cosas con otro prisma.
Le pido al Señor que me siga ayudando y me dé su paz, la sencillez y la humildad necesaria para llevar cada día, y ante las cosas que me gustan más y las que menos. Descubrir que todo viene de Él, y viene en la alegría de sentir su infinito amor en su vida que es capaz de cambiar mi corazón.
 

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Hoy hemos tenido la primera reunión del año del comité de empresa. Revisión del 2007 y plan de trabajo para el año entrante.  También las empresas hacen balance de resultados y establecen objetivos… y supongo que a nivel personal, todos cuando empieza un año nos marcamos metas más o menos concretas que nos gustaría alcanzar. Tal vez buscamos ser mejores personas, superar nuestras dificultades, pobrezas… Para los que estamos bautizados la celebración del Bautismo de Jesús nos recuerda que Dios se ha hecho hombre para mostrarnos de una forma especial el inmenso amor que nos tiene. Él nos rescata de las aguas que nos asfixian, de nuestra mediocridad, para llamarnos a ser SUS HIJOS y darnos el soplo del ESPIRITU que nos ayude a AMAR como Él nos ama, a “vivir sabiendo que todo depende de Dios, pero como si sólo dependiera de mí”.

Cuando yo empezaba mi vida profesional, un Fiscal "veterano" nos dijo a mis compañeros y a mi, que acabábamos de aprobar las oposiciones, que era importante tomar conciencia de que en nuestro trabajo nos íbamos a encontrar con personas que estarían pasando probablemente el peor momento de su vida. Desde nuestra posición, y con independencia de nuestra actuación profesional, siempre podíamos ser comprensivos y amables con ellos.
Me acuerdo a menudo de ese buen consejo. Como bautizados en Cristo  podemos ejercer nuestra misión  de cristianos en nuestro trabajo, sin olvidar que estamos aquí para intentar solucionar los problemas, aunque ello suponga un mayor esfuerzo personal, y no para complicarlos o para derivar los problemas a otro.   

La fiesta de hoy es algo así como la culminación de este tiempo de dicha y alegría de la Navidad. Dios no sólo está ya aquí con nosotros en la persona de Jesús, sino que comienza su "misión pública" para anunciarnos a todos la Buena Noticia y explicarnos su proyecto de Reino.
Qué buena señal sería que cada uno de nosotros tuviéramos frescos en nuestra memoria aquellos momentos de nuestra
vida en los que Jesús "se nos presentó", al igual que a Juan el Bautista. Porque nuestro bautismo, generalmente recibido de recién nacidos, es el inicio de un proceso de conversión de corazón y de relación personal con Jesús. Un proceso jalonado por hitos significativos, por momentos especiales, en los que somos llamados a hacer realidad nuestro bautismo, confirmando nuestro compromiso, ya de adultos, de querer vivir según el camino que nos marcó Jesús.
No podemos normalmente llevar a plenitud ese compromiso cada uno por nuestra cuenta, individualmente. Tenemos que avanzar por ese camino juntos, en comunidad, y transformando la sociedad en la que vivimos, hacia otra con más amor, con más paz, con más justicia y con más libertad. Y hacerlo optando por una vida de servicio no centrada en nosotros mismos y nuestros estrechos intereses, sino en el Reino de Dios que Jesús vino a anunciarnos.
Yo le doy gracias a Dios por el don de su Espíritu recibido en nuestro Bautismo, y le pido que nos ayude a ser conscientes de nuestro compromiso de adultos bautizados y a saber responder a sus llamadas que concretan nuestra misión.

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Señor, que hoy por el bautismo de Jesús descubramos la Palabra que se encarna en vida de hombre que se entrega por nosotros;
Que hoy por el bautismo de Jesús sintamos el envío que recibimos directamente del Padre para proclamar y testimoniar al mundo los
valores del Reino.
Que hoy por el bautismo de Jesús sigamos su senda de confianza y abandono a la voluntad del Padre, y nos encomendemos al Espíritu.
Y que en todo ello asumamos el papel de Juan, y hagamos nuestra su humildad y su compromiso con la Palabra.