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Comentario seglar al Evangelio del 1 de Noviembre de 2009. Solemnidad de todos los santos.

Laiconet.es -
EL EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,1-12a

Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo
 
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."


NOTAS BÍBLICAS
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)

Mateo presenta a Jesús como el iniciador del Reino de Dios. Un largo discurso suyo enseña cómo Reina Dios. Comienza proclamando unas bienaventuranzas, que empiezan y terminan afirmando que de tales "es el Reino de los cielos". Son dos grupos de cuatro bienaventuranzas. El primero anuncia que las víctimas del reino del mal -los empobrecidos, los dañados, los violentados, los explotados- pueden considerarse afortunadas porque Dios va a actuar en su favor (él es el sujeto no nombrado de la acción declarada). El segundo enseña que las personas que actúan como Dios quiere en favor de tales víctimas (los que actúan con misericordia, con transparencia, por la paz, por la justicia), recibirán recompensa de Dios. La octava bienaventuranza se duplica en una novena, en la que se dirige directamente a los oyentes ("vosotros").

PARA VER



COMENTARIOS DE SEGLARES
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE LA SOCIO-ECONOMÍA
(hombre, casado, con tres hijos, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana)

Estas podrían ser las bienaventuranzas socioeconómicas:
- Dichosos los que viven sin considerar nada suyo, los que creen y viven como si los bienes fueran de todos, especialmente de los que más lo necesitan,  y así, ponen todos sus bienes y su persona al servicio del Reino.
- Dichosos los que sufren cualquier clase de exclusión y sufrimiento, porque en la nueva tierra que Jesús nos propone nadie sufrirá porque todos nos desviviremos por los demás.
- Dichosos los empobrecidos (por nosotros los enriquecidos) que no tienen nada, porque nacerán personas y estructuras justas que les devolverán lo que es suyo para que nadie muera de hambre ni nadie muera de indigestión o hastío.
- Dichosos los que denuncian las injusticias y trabajan por la justicia, denunciando que este mundo se lo apropian unos pocos y proponiendo herramientas de transformación social para que todos gocemos de los dones de Dios.
- Dichosos los que sienten compasión (se compadecen con) ante tanto sufrimiento ajeno y no pueden acallar en su interior la voz de los sin voz, y no tienen más remedio que cambiar su vida hacia un estilo mucho más austero y solidario.
- Dichosos los que van de frente y no hacen lo que más les conviene egoístamente, sino lo que creen verdadero y justo, es decir, dichosos los que no solo buscan un beneficio económico en sus compras o ahorros, sino los que buscan en cualquier intercambio económico la mejora de la vida de todos.
- Dichosos los que trabajan por la Paz y son perseguidos por hacer el bien, porque Dios será siempre su Padre y esta tierra, su heredad.

DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer casada, dos hijas, de baja laboral, padece cáncer)

Toda una enseñanza de vida para todos y cada uno de nosotros se presenta en el evangelio de este domingo.
Jesús nos transmite su fuerza: a los que sufrimos, a los que lloramos, a los que nos sentimos pobres, en el más amplio sentido de la palabra, y ÉL nos promete heredar la tierra. ¡Qué mejor herencia que la de ser consolados en esta nuestra vida terrenal, y saber llevar nuestras cargas con la mejor de nuestras sonrisas, y con toda la felicidad que sólo Él  puede transmitirnos!
Jesús nos anima a luchar: por la justicia, por la paz, por la misericordia, por el amor. Ese es el reino prometido. Nuestra recompensa no será sólo grande en el cielo, sino que empieza aquí, donde empezamos a ser felices con Él

DESDE LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
(matrimonio, él trabaja, con cinco hijos, pertenecen a comunidad cristiana de matrimonios)

Cada familia transmite sus valores a los hijos. En muchos casos ya no tienen nada que ver con los tradicionales. Sin embargo, a veces nos preguntan, en charlas o amigos cercanos, ¿qué valores creemos que son los más importantes que debemos hacer que hereden nuestros hijos? Sin duda los evangélicos. Lo más difícil es que los niños aprenden lo que viven, que nosotros debemos ser los primeros en ser consecuentes con las Bienaventuranzas. Ser pobres en el espíritu, los que lloran, los sufridos, los que tiene hambre y sed de justicia, los  misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por la justicia,… no es sencillo ni fácil. Tampoco lo es practicar todas a un tiempo. Si que podemos empezar una o dos en casa, con la familia, en la calle, en el trabajo, siendo coherentes. Seguro que tenemos ya una cierta predisposición natural hacia alguna de ellas. ¡A entrenar implicando a nuestros hijos! La santidad se puede conseguir en las pequeñas cosas de cada día. Nuestra recompensa será grande en el cielo.

DESDE EL TRABAJO
(hombre, casado, dos hijas, empleado de empresa; el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)

En las bienaventuranzas Jesús engloba a mucha, mucha gente, y no es requisito ser cristiano e ir a misa semanalmente o estar en una comunidad para ser bienaventurado.
Es bienaventurado aquél responsable de empresa que se pelea e idea las formas para no despedir al personal aún cuando bajan los beneficios. Es bienaventurado aquél que lucha por los derechos de los trabajadores a través de los comités de empresa o cualquier otro medio. Es bienaventurado aquél que hace que el trabajar día a día sea algo agradable y haya buen ambiente entre los compañeros. Es bienaventurado aquél que deja aparcados los objetivos que marca la empresa para echar una mano a los compañeros o para tratar a los clientes como personas.
Fíjate a tu alrededor, hay muchos bienaventurados, ¿verdad?

PARA REZAR
(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Gracias, Señor, porque Tú nos llamas a ser santos
y nos enseñas las Bienaventuranzas como camino de vida
a todos los que deseamos seguirte para alcanzar la santidad.
Tú, que eres Bueno y Fiel, no dejes nunca de mostrarnos
el verdadero camino que nos conduce hasta Ti para llegar a tu Reino.
Señor, te damos Gracias por todos los santos,
porque ellos son personas como nosotros, al alcance de todos,
que Tú pones en nuestras vidas como ejemplos de cercanía a Ti.

Tú Señor, que eres Misericordia, ayúdanos a ser misericordiosos.
Recuérdanos que estamos llamados por Ti a ser pobres de espíritu
para ser capaces de compartir nuestros bienes con nuestros hermanos.
Gracias, Señor, porque Tú nos llamas a tener hambre y sed de Justicia,
sabiendo que seremos consolados por Ti si lloramos o sufrimos
en los avatares de nuestra vida cotidiana y en nuestro trabajo pastoral diario.
Y aunque nos persigan por defender la Justicia de tu Reino en nuestro mundo,
que experimentemos que tan sólo es necesario ser limpios de corazón
y trabajar alegres por la Paz para verte a Ti, Señor. Amén.

PARA CANTAR
(mujer, casada, una hija, trabaja, cantaautora, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)

¡Qué difícil es vivir las Bienaventuranzas! Principalmente cuando no nos creemos eso de que seremos Felices o Bienaventurados:
Las contrariedades de nuestras vidas, no nos sirven para crecer en santidad, sino en quejas mundanas. Nos toca aprender que todo es voluntad de Dios, y que algunas cosas nos pasan para premiarnos y otras para probarnos.

La canción que les invito a escuchar es de Kairoi: Bienaventuranzas.  Es muy conocida, y por eso les invito a que la escuchen con oídos nuevos. Que la semilla del Reino que todos tenemos, muera en la tierra y de mucho fruto.
    
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