Cuenta Mannuel de Luna en El Periódico que, en 1985, Francesc Escribano, a la sazón reportero del programa de TV-3 30 minuts, viajó hasta Brasil para hacer un reportaje sobre el trabajo del misionero Pere Casaldàliga (Balsareny, 1928), en un submundo marcado por la esclavitud encubierta, la violencia extrema y la miseria absoluta. El impacto que le produjo ver la inmensa labor de aquel religioso, que cada día se jugaba la vida por ayudar a los desprotegidos, impactó tanto al joven periodista que decidió escribir un libro sobre la vida de Casaldàliga, Descalç sobre la terra vermella (1999), que se convirtió en un éxito y se tradujo a varios idiomas.
Y ahora, casi 20 años después de aquel primer reportaje y una década de aparecer el libro, Escribano, actual director de Televisió de Catalunya, ha aceptado la propuesta de que su obra se convierta en una película que dramatizará, con actores, la vida en Brasil del ahora obispo emérito de Sao Felix do Araguaia.
La idea de llevar la vida de Casaldàliga al cine parte del productor Ricard Figueras (La Mari, La soledad…), a través de la empresa audiovisual catalana In vitro y de la brasileña Raiz. Tras conseguir hace poco más de un año el acuerdo con Escribano y la del propio Casaldàliga –si previamente aprueba el guión cuando esté escrito–, Figueras ya está en plena preproducción de la película.
Es decir, cerrando el número de coproductores (de Italia y Francia), las localizaciones (en Brasil) y el presupuesto, "que estará ente los siete y ocho millones de euros", adelanta Figueras, quien también está preparando el equipo artístico. "Aún no tenemos el actor que encarnará a Casaldàliga, porque queremos que tenga un cierto parecido físico, y eso complica los castings", reconoce el productor, quien no cree que este punto retrase su planificación: "Empezaremos a rodar la película entre mayo y junio del 2009".
GUIONISTA DE PRESTIGIO
Paralelamente al trabajo de Figueras, la película ya está en marcha en su primera fase: la adaptación del libro de Escribano como guión de una película de fIcción. Y el encargado de este punto vital de la producción es uno de los profesionales más importantes y prestigiosos de Brasil: Marcos Bernstein, guionista del oscarizado –y duro– filme brasileño Estación Central Brasil.
El guión de Berstein se centrará en los primeros años de Casaldàliga en Brasil, de 1968 a 1976: desde el momento que llega a Sao Felix do Araguaia (territorio salvaje y violento controlado por los terratenientes y los paramilitares), hasta que matan en su presencia a un capellán, momento en el que se considera que acaba la etapa de máxima violencia.
"La dinámica de la historia en estos años es de un potencial cinematográfico tremendo –asegura Figueras–. Es la estructura de una película de aventuras clásica, en el que una persona sola ante el peligro se pone al lado de los débiles y los defiende de los poderosos. Es impresionante cómo se enfrenta a los terratenientes, cómo estos quieren echarlo,y asesinar, y cómo interviene El Vaticano", enumera Figueras de esta historia, que califica de épica.
"Sin duda, esta es la etapa de la vida de Casaldàliga más épica, y cinematográfica –reconoce el propio Francesc Escribano–. Es la epopeya de un viaje a un mundo extraño y violento, y cómo él solo es capaz de transformarlo y, a mismo tiempo, le transforma a él".
Estos años de la vida de Casaldàliga son precisamente la más relacionada con la controvertida Teología de la Liberación, corriente cristiana de la que Casaldàliga está como considerado como uno de sus apóstoles.
"WÉSTERN TEOLÓGICO"
Pero la Teología de la Liberación trajo consigo un claro distanciamiento de Casaldàliga de la ortodoxia que marcaba desde el Vaticano Juan Pablo II. "Pero en sus primeros años en Brasil no fue así –precisa Escribano–. En la década de los 70, la Iglesia le apoyó de una manera clara y directa, hasta el punto de salvarle la vida en más de una ocasión.
Por ejemplo –rememora el director de TVC–, en una ocasión que estaba clarísimo que los pistoleros a sueldo de los terratenientes iban a asesinarlo por revolucionar a los campesinos, Pablo VI envió un mensaje, muy claro y directo, a los responsables de la dictadura militar brasileña: ‘Tocar a Pere es tocar a Pablo’, y aquel aviso le salvó la vida". Eran otros tiempos, pero que el filme quiere reflejar en toda su intensidad y claridad. Y como define Escribano, la película será un auténtico "western teológico".
