Carta a los amigos de Buenafuente - Junio 07´
Monasterio Cisterciense Madre de Dios
Buenafuente del Sistal.
Buenafuente del Sistal.
Buenafuente 5 de junio de 2007.
Queridos amigos:
Después de haber celebrado la fiesta de Pentecostés y con la fuerza del Espíritu, nos sentimos impulsados a darlo a conocer a los que nos rodean, en el día a día, con nuestras palabras y nuestras obras.

Antes de ayer, solemnidad de la Santísima Trinidad, día Pro Orantibus, nos sentimos muy acompañadas por la oración de todos vosotros, vuestras llamadas y vuestros email. Sí, tenemos que ser “Silencio elocuente”, alabanza continua.
¡Cuántas gracias damos a Dios, cada una de nosotras, por nuestra vocación monástica, por nuestra partencia a Él; donde queremos que sea Él nuestro Absoluto, nuestro Verdadero y Único Amor!
¡Qué responsabilidad la nuestra!. Para corresponder a ese Amor: en la oración, en la alabanza, en la entrega diaria, en el silencio, ahí, es donde debemos sacar fuerzas para responder al Amor.
Como dice alguna de nuestras hermanas mayores: somos pocas, pobres y pequeñas,…pero ahí está Él. Nos fortalece en nuestra debilidad, nos anima en nuestra entrega y nos alienta en nuestra fatiga. Y también sabemos que ahí, en lo oculto, estáis muchos de vosotros rezando por nosotras, nos acompañáis y fortalecéis con ello nuestra perseverancia.
Buenafuente sigue siendo lugar privilegiado para sentir el Amor de Dios…y queremos compartirlo con los que aquí se acerquen.
Dentro de unos días comenzarán las tandas de ejercicios; por lo tanto el verano está al caer. Queremos animaros un año más a que allí donde os encontréis, no dejéis de ser “cristianos”; que parece que cuando llegan las vacaciones también el espíritu y el compromiso se vuelven ociosos; pues no, todo debe seguir funcionando y cuánto más en esas fechas que la gente se alborota más y se olvidan incluso de su deber de ser cristianos.
Hermanos, que la próxima celebración del Corpus Cristo nos introduzca más en el Amor misericordioso de Dios, ese Dios hecho hombre y entregado a nosotros cada día en la Eucaristía.
Nos faltan palabras para expresar ese gran Misterio de Amor…así que, dejemos que nuestro silencio siga siendo elocuente, y nuestra vida testimonio fiel del Amor de Dios.
Feliz Verano
Unidas siempre en la oración
Vuestras hermanas de Buenafuente
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