122. San Lucas pide la palabra
El sermón de la llanura.
Antes de dar espacio al médico Lucas, ante algún comentario recibido, quiero añadir que algunos teólogos, señalan la espiritualidad de la “infancia espiritual” como modelo de ser ‘pobres de espíritu’, que no consiste en una regresión psicológica a la infancia sino en crecer humanamente y en llegar a ser niños ante Dios. Testigo de esta realidad es Santa Teresita del Niño Jesús y muchos santos.
Ya está preparado, Lucas, tu cantarillo.
Jesús después de elegir a los doce que dio el nombre de apóstoles, baja con ellos y se detuvo en un llano ocupado a tope por un gran gentío. Comenzó a decirles:
- &.- Bienaventurados los pobres porque vuestro es el Reino de Dios
- &.- Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados
- &.-Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis
- &.-Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres y os excluyan y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del Hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los Profetas. (Lc.6.20.-23)
Merece la pena transcribir la nota de la Biblia de la Casa de la Biblia: “”Al igual que Mateo, Lucas inicia su sermón de “la llanura” con las bienaventuranzas. En Lucas hay cuatro que encuentran su equivalente entre las nueve de Mat. 5.1-12. Las de Lucas se refieren a situaciones concretas, mientras que Mateo describe más bien actitudes del hombre justo. Mateo acentúa la dimensión exhortativa, mientras que el carácter social de Lucas refleja su interés por los pobres y la presencia actual del Reino en la predicación y la acción de Jesús.””
El mensaje lucano indica claramente que el Reino de Dios ya está ahí y va a provocar un cambio de valores. Denuncia los antivalores de los escándalos lujosos en las cuatro malaventuranzas: ‘¡Ay de vosotros los ricos!’ Jesús sabía como vivían los ricos. Las excavaciones realizadas por el arqueólogo Avigad entre 1969 y 1980 en la parte alta de Jerusalén, donde vivía la aristocracia sacerdotal, han descubierto lujosos edificios decorados con frescos y mosaicos de estilo romano, piscinas escalonadas revestidas de estucos, frascos de perfumes de vidrio fenicio y suma y sigue.
Por el contrario anima a los pobres y a los que lloran porque ellos recibirán los frutos de los discípulos que acogen y se ponen al servicio del Reino. Clarifico estas ideas con un ejemplo:
Si llego a unos de esos poblados tan numerosos desde México a la Patagonia, donde no tienen un mínimo dispensario para atender la mortandad infantil y cualquier herida gangrenada. No hay escuelas, ni maestros, ni tantas necesidades para una vida digna y les digo: ¡Dichosos vosotros porque sois pobres y no tenéis capacidad para salir de vuestra miseria. Seguro que la respuesta sería dura porque lo entenderían como una burla. Pero si les animo a que escuchen el ruido de los camiones que vienen con material para construir un dispensario y una escuela. Además en ellos llegan varias religiosas que se instalarán en el poblado porque se han tomado en serio en demostrar que el Reino de Dios que han asumido se lo van a hacer presente, y serán para ellos consuelo, remedios y ánimo para emprender una vida digna y alegre.
Dichosos vosotros porque para vosotros llega el amor, la paz del Reino.
Los ricos no buscan ni esperan el Reino de Dios porque les haría bajar del elefante y como el rico Zaqueo tendrían que devolver lo robado y desprenderse de su apego a su riqueza. Sin embargo Jesús anuncia los valores del Reino también para los ricos para que sean capaces de cambiar su idolatría por el dinero, por el amor y la solidaridad.
Los pobres de San Lucas
Nada tiene que ver con los de San Mateo. . Pobres “son los oprimidos, los marginados, los ancianos, los enfermos, los pequeños y cuantos son considerados y tratados como los últimos de la Sociedad.” (V.C.82)
¿Dónde encontrarlos?
Andrea Ricardi, el Fundador de la comunidad de San Egidio: “”La Roma de los años 60 parecía una ciudad del Tercer Mundo. Nosotros éramos un grupo de estudiantes que descubrimos a los pobres en la periferia de la ciudad, en las chabolas. Era un mundo marginado, sin esperanza. San Egidio comienza con el conocimiento de los pobres, de los períféricos romanos. De ahí salimos a las periferias de ciudades europeas. Después la periferia ha sido África…Y aquí entra el tema de la fábrica de las periferias. Las ciudades se están desmoronando. Johannesburgo, por ejemplo, el centro de la ciudad ya no existe. La gente vive en urbanizaciones cerradas y los pobres en la periferia. En Sao Paulo pasa lo mismo: los ricos se mueven en helicóptero, no caminan entre la gente. La ciudad ya no es una comunidad sino un conjunto de periferias. ¿Qué debe hacer la Iglesia. ¿Ser una minoría entre las minorías? ¿O ir allí donde está el pueblo, convirtiendo la periferia en centro?... Me indigna, que según algunos, es un slogan que se ha inventado el Papa Francisco. No lo es. La marcha hacia las periferias tiene una tradición enorme en la vida de la Iglesia”” (Cf Revista ‘21’Julio 17)
Las grandes periferias de un mundo global.
Más de ochocientos millones de personas pasan hambre en el mundo. Y más de veinte millones pueden morir de forma inminente. ¿Por qué la humanidad no ha logrado solucionar el problema más vergonzoso y urgente al que se enfrenta? El Papa Francisco el 14 de Noviembre de 1917, ha urgido en audiencia a la “Pacific Island Forum” a la campaña para una sensibilización mundial, Me pregunto si podrá llegar ese mensaje saltando las murallas fortificadas de mansiones de lujo al máximo. Si podrá llegar a alta mar a los impresionantes yates de placer.
<Hambre cero>: Este es el objetivo que se autoimpuso la comunidad internacional para el año 2030 y con optimismo ya que en veinticinco años se había reducido en doscientos millones. Sin embargo los analistas avisan que ese objetivo se pierde en el horizonte. El “ XL Semanal” del 12 de Noviembre presenta un reportaje concreto de la situación en varias naciones:
Sudán del Sur. Más de cinco millones de personas, casi la mitad del censo, se están muriendo de hambre. Aquí la responsable es la guerra y las élites corruptas que utilizan el hambre como arma.
India y la injusticia. Si hay un país que pueda alimentar a su gente es la India. Exporta arroz y carne…pero la gente vive desnutrida. El hecho de que haya tanta hambre se debe básicamente a un problema de reparto y a la desigualdad. El 40 % de los menores de cinco años presenta retraso en su desarrollo por culpa de la falta de alimentación. No se debe, denuncia un famoso economista, a la falta de recursos, sino a la falta de voluntad política. A las castas altas no les interesa que los parias adquieran cultura y persiguen los colegios católicos que educan a los marginados.
Somalia. Sólo han pasado seis años desde la última gran sequía en la que murieron 260.000 personas. Hoy calcula la ONU necesitan ayuda siete millones de persona. Se necesitan mil trescientos millones de euros para responder a esta emergencia.
Haití. Este país caribeño sufre continuas desgracias naturales. Desde el terremoto del año 2010 en el que murieron 220.000 haitianos han soportado varios huracanes. El del 2016 dejó 580muertos. Ahí la miseria esta normalizada. No hay riesgo, gracia a la ayudas, de demorar de inanición… pero la mala alimentación deja consecuencias dramáticas. Al recordar la historia hay que saber que “LA FRANCIA” tiene mucho que reparar por la explotación que realizó antes, en y después de la independencia.
Ya el cantarillo está superlleno. Y yo también lleno de rabia y de impotencia. ¿Qué podemos hacer? Me gustaría que lectores: ellas y ellos, añadan comentarios con sus sugerencias. Aunque sea una gota. La genial M. T de Calcuta sugería que una gota es una gota, pero que de gotas se llenan los mares.