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116. Con algunos ejemplos

Alfredo Mª Pérez Oliver, cmf -

Creo que hemos tomado nota de la denuncia que el Concilio hace de que en la génesis del ateísmo puede estar la exposición inadecuada de la doctrina y defectos en la vida religiosa y moral  Es importante procurar subsanar ambos fallos. Pero hoy quiero mirar a la otra orilla y recordar la parábola del sembrador y hacer caer en la cuenta de que la semilla puede caer en terreno lleno de zarzas que la sofocan rápidamente, o en terreno  con poco fondo para que las raíces puedan nutrirse y crecer, o en caminos asfaltados (diría hoy) en los que la semilla rebota y queda a la intemperie para alegría de los pájaros del cielo.

San Irineo el gran teólogo del siglo II, es contundente: “Y el mismo Señor en persona les advertía (a los israelitas)…daba testimonio a favor de los profetas, de que predicaban la verdad, y a ellos les echaba en cara su culpable  ignorancia” (Contra las herejías. Libro IV, 17,4-6).

San Agustín diría siglos más tarde que para el que quiere creer tengo mil pruebas, pero para el que no quiere creer no tengo ninguna. Y pasan siglos y Blas Pascal afirma: “Para quien quiere ver hay suficiente luz y para quien no quiere ver hay suficiente oscuridad” (Pensamientos).

Con algunos ejemplos

Con Kierkegaard, afirmo que “la vida se vive hacia delante, pero se comprende hacia atrás.” Me permitiré hacer una paráfrasis que demostrará la verdad de esta frase genial.

Por décadas o aún siglos el famoso libro “Ejercicio de Perfección y virtudes cristianas” fue base formativa no sólo de los jesuitas, sino de otras congregaciones. Me he acordado del libro, hoy olvidado, porque voy a imitarle en su técnica. Después de tratar  un tema, seguía un capítulo “En que se confirma lo dicho con algunos ejemplos”. Pues en el agua del pozo hay varios ejemplos, los voy a sacar para llenar un cántaro. Un cantarillo no es suficiente.

.- Fallos y defectos no derrumban lo esencial.

Los cristianos bien formados en la doctrina, pero sobre todo aferrados a Jesucristo como el ardoroso Pablo, no vacilan nunca:¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre,, la desnudez, el peligro. la espada?...Y estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, no otras fuerzas sobrenaturales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.” (Rom. 8, 35-39

Un testimonio claro, actual, lo encontramos en la declaración de Francois Mauriac (+ 1970), novelista católico, vida coherente, premio Nóbel: “Abomino de muchos capítulos  de la Historia de la Iglesia, pero eso no me importa, porque por ese cauce me llega la doctrina salvadora y sobre todo la Palabra viva y eficaz en los Sacramentos. Tus pecados te son perdonados. Y estés el Cuerpo de Cristo que yo necesito para alimentar mi debilidad.”

Su biografía nos presenta una formaciónseria, desde el hogar. Pasó su crisis religiosa, pero superada por su fe y su amor a Jesucristo, que le llevó, entre muchas de sus obras literarias, a escribir una “Vida de Jesús”. Interpela a tantos que, por cualquier fallo eclesial, se alejan de la Iglesia y pierden todos los auxilios que pueden encontrar en los sacramentos y superar así su debilidad.

2º.- Encontrar al Cristo auténtico, exige aceptar su Iglesia

Un interpelante paradigma lo presentan Jacques y Raïsa Maritain. Conservo en el corazón la amistad de un matrimonio. En la senda que unía nuestra amistad nunca creció la hierba. Y conservo el regalo de los dos tomos escritos por Raïsa. El primero titulado “Las grandes amistades” (Recuerdos). El segundo “Las aventuras de la Gracia” (Las grandes amistades”): Editados por Desclee de Buenos Aires en el año 1950. Ambos tomos tienen lugar de honor entre los que se almacenan en mi celda conventual. Cada tomo con una entrañable dedicatoria que reservo y ahora regusto y envío un brindis a lo alto.

Pero ofrezco una espiga de las que llenan hectáreas del mejor trigo. Raïsa  explica su angustia que compartía con Jacques por no encontrar un verdadero sentido a su vida, Preferían morir si era imposible vivir según la verdad. (O.C. pgs74-76.) Bergson y sobre todo Leon Bloy fueron las mediaciones para encontrar la verdad en Jesucristo Camino, Verdad y Vida. Así lo cuenta:” Si el debate especulativo había terminado para nosotros, teníamos todavía muchas repugnancias que vencer. La Iglesia en su vida mística y santa nos era infinitamente amable .Estábamos dispuestos a aceptarla. Nos prometía la Fe por  el Bautismo, e íbamos a poner a prueba su palabra… Pero en la mediocridad aparente de la gente católica y en el espejismo que, a nuestros ojos mal abiertos, parecía ligarla a las fuerzas de reacción y opresión, nos era extrañamente aborrecible. Nos parecía la sociedad de los dichosos de este mundo, aprobadora y aliada de los poderosos, burguesa, farisaica,  alejada del pueblo… Pensábamos también que hacernos cristianos era abandonar la filosofía para siempre. Pues bien, estábamos dispuestos  -pero no era fácil- abandonar la filosofía por la verdad..Jacques aceptó este sacrificio. La verdad que tanto habíamos deseado nos había cogido en el cepo. Si Dios ha querido ocultar su verdad en un montón de estiércol, decía Jacques, tenemos que ir a buscarla allí.

Cito esta fase cruel para dar una idea de nuestro estado de ánimo.”(O.C pgs 155.157).

Luego reconocerán  haber encontrado personas maravillosas en la Iglesia. Y también que no tenían por qué abandonar la filosofía. Y es que Cristo Luz, Camino, Verdad y Vida disipa las tinieblas. Y ese Cristo Amigo y Salvador lo encontraron en la Iglesia. Solamente la Iglesia es la que ha dado al mundo la presencia viva del que injerta en Él a sus miembros.

3º.- Se puede disentir de la Jerarquía. ¿Cuándo?

Los fieles deben aceptar con religioso respeto el juicio de su Obispo en materia de fe y costumbres. Este obsequio religioso ha de ser prestado al Romano Pontífice y con sinceridad se preste adhesión al parecer expresado según su mente y voluntad. Ésta se reconoce por la índole de los documentos o por la forma de decirlo. Es obligado leer todo el número 25 de la Constitución sobre la Iglesia,  (L.G.25) para una comprensión más completa.

Sin embargo un cristiano con buena formación doctrinal y cultural, puede disentir de la opinión, aún del mismo Papa, en materias políticas u otras que no atañen a la fe y costumbres.

Un caso muy comentado fue la diversa opinión de Carlo Carretto, al socaire de uno de los “Meeting” que Comunión y Liberación organiza periódicamente en Rímini.

El tema era si los cristianos debían organizarse para influir en la sociedad como “Cristianos de Presencia”, o era preferible formar bien para de modo individual actuar en  los regímenes políticos, sindicatos etc.,.como “Cristianos de mediación”. La intervención de Juan Pablo II, a favor de la primera opción provocó la manifestación pública de Carretto que mostró su disentimiento.

Los militantes activos contra la Iglesia, anunciaron gozosos, que Carretto abandonaba la Iglesia. Con rapidez el Hermanito Carlo escribió una valiente y hermosísima carta pública:: “Que criticable eres Iglesia pero ¡cuánto te amo!.

Tenía previsto, al ver tanta agua en el pozo, emplear alguno de los cántaros grandes que guardo en el almacén, porque no debo dejar el tema sin la suficiente orientación.

La carta fue publicada íntegra en la Revista “Vida Religiosa “y en otras revistas católicas Y en la Agencia Adista,nº 9.1987. Ocupa tres folios de letra menuda.

Ofreceré algunos párrafos que me parecen imprescindibles: “¡Qué criticable eres Iglesia! Sin embargo ¡cuánto te amo! ¡Cuánto me has hecho sufrir! Pero, ¡cuánto te debo! Quisiera verte demolida; pero necesito de tu presencia.  ¡Me has dado tantos escándalos! Y, sin embargo, me has hecho entender la santidad. Nada por otra parte, he visto en el mundo más oscurantista, más comprometido y más falso; pero nada, por otra parte, he tocado más puro, más generoso y más bello…

¡Cuántas veces he sentido deseos de estrellarte contra las puertas de mi alma! Y cuantísimas otras veces he pedido morir en tus brazos, los únicos seguros! No, no puedo liberarme  de ti, porque soy tuyo…Además, ¿a dónde iría?

Al llegar a Jerusalén, con su corazón sediento de universalidad bajo su poderoso espíritu carismático ¿llegaron  a suscitarle a Pablo dudas sobre la verdadera Iglesia que Cristo acababa de fundar…?   Al ver cómo el Papa hacía tan sucia política contra su ciudad, la ciudad de su corazón,¿pasó por la cabeza de Santa Catalina de Siena  ir a las colinas de su patria chica, transparentes como el cielo, a crear otra Iglesia más diáfana que la de Roma?    (Esta Iglesia de Roma que) recibiera de Dios una personalidad sobrenatural, santa, inmaculada, pura, indefectible, infalible, amada como esposa de Cristo y merecedora de todo mi amor de hijo para con su dulcísima Madre.”

Amigos del pozo de Jacob, cuando una madre por cualquier causa está necesitada, es cuando urge que sus hijos ofrezcan su hombro y su fidelidad. Además no olvidemos la genial respuesta de la Madre Teresa de Calcuta al periodista que le preguntaba cuales eran los problemas de la Iglesia: ¡Usted y Yo!

Y también el cántaro grande se ha llenado y ofrece más agua fresca para beber.

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