Haciendo un viaje recesivo
En un pasaje particularmente emotivo de su poema La hoja y la nube, Mary Oliver se imagina ante la tumba de su madre y su padre, reflexionando sobre sus vidas. Ellos distaban mucho de ser perfectos, y ella no endulza sus faltas. Señala abiertamente el abatimiento del alma de su madre y la inmadura fe de su padre. Sabe que muchas de sus propias luchas tienen sus raíces ahí.