Quisiera verte por dentro
Un deseo: conocerte mejor, ver tu corazón por dentro, que nuestra relación no sea superficial. Amistad. Amor...
Un deseo: conocerte mejor, ver tu corazón por dentro, que nuestra relación no sea superficial. Amistad. Amor...
La Liturgia nos sitúa en escenas iniciales de la vida de Jesús. En ello se descubre la pedagogía de despertar la sana memoria del momento en el que fuimos conscientes del paso del Señor por nuestra vida, el día en que sentimos la presencia interior que sació nuestra hambre y sed de sentido.
El amor, aunque cueste trabajo, no reacciona con brusquedad ni mal genio. El amor se alegra con la alegría de lo que los demás consiguen. El amor no necesita tener el coche más llamativo, vivir en la casa más grande ni disponer de los aparatos más avanzados. El amor no siempre debe ser el jefe ni tener la Última palabra.
La paz que experimentamos en nuestra vida ordinaria nunca nos llega clara, sin sombra. Como decía el famoso escritor espiritual, Henri Nouwen, hay una cualidad de tristeza que impregna todos los momentos de nuestra vida, de forma que, aun en nuestros momentos más felices, sentimos algún vacío, hay algo que falta.
Quien se resiste al perdón no llega a conocer el amor de Dios, crece en un subjetivismo nocivo, se endurece, huye del propio conocimiento, busca los defectos de los demás, se incapacita para pertenecer a la comunidad, se vuelve juez inmisericorde, se convierte en pretencioso, piensa que es invulnerable, puede llegar a enloquecer.
Es frecuente oír decir que el matrimonio es una cuestión de amor. Si se acaba el amor, se acaba el matrimonio.