Liturgia Viva del Viernes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario

 Oración Colecta
    Señor Dios nuestro, fuente de toda sabiduría:
    Tú nos invitas a ser sabios y previsores
    y a encontrar a tu Hijo
    con lámparas encendidas en nuestras manos.
    Ayúdanos a prepararnos para encontrarle
    en los acontecimientos de la vida diaria
    y en la gente que nos rodea,
    para que podamos entrar con él
    en tu fiesta celestial, que es eterna,
    y se prolongará por los siglos de los siglos.

Intenciones

    - Por el Papa, por los obispos y sacerdotes, para que constantemente recuerden a sus fieles la dimensión eterna de la vida en este mundo y nos dirijan con sabiduría, paciencia y vigilancia, roguemos al Señor.
    - Por los desalentados y heridos en la vida, para que no se rindan a la frustración y la amargura, y para que puedan sacar nueva fuerza y esperanza, gracias a nuestra presencia amable y a nuestra sincera amistad con ellos, roguemos al Señor.
    - Por nuestros queridos hermanos difuntos, para que vivan por siempre en la alegría y felicidad del Señor.

Oración sobre las Ofrendas
    Oh Dios, Padre nuestro:
    Tú nos invitas a todos al banquete de tu Hijo, la eucaristía..
    Que el pan y el vino de esta celebración
    sea el signo de la gran fiesta
    que tú has comenzado ya con nosotros aquí en la tierra,
    y que sea también nuestra fuerza
    para caminar hasta el fin
    a su perfecta celebración en el cielo,
    donde tu Hijo vive y reina contigo
    por los siglos de los siglos.

Oración después de la Comunión
    Señor Dios nuestro:
    En tu reino, esperar no significa
    estar aburrido e inactivo,
    sino salir a encontrar a tu Hijo
    y con él construir un mundo mejor.
    No permitas que ninguno de nosotros
    permanezca apático o insensible
    ante ninguno de nuestros prójimos
    que espere una palabra o un gesto
    de simpatía y aliento,
    porque él representa para nosotros
    a tu Hijo Jesucristo.
    Que tu mismo Hijo permanezca con nosotros
    para dar vida y crecimiento a tu reino
    hasta que lo lleves a la perfección en gloria
    por los siglos de los siglos.

Bendición
    Hermanos: Prepárense y estén listos para la venida del Señor, siempre. Sabemos muy bien lo que esperamos: al Señor, y con él vida plena, gran alegría y felicidad eternas. Entonces... no hay nada que temer.
    Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.