Liturgia Viva del Martes de la 12ª semana del Tiempo Ordinario

LOS DOS CAMINOS
(Año I. Gen 13:2, 5-18; Mt 7:6,12-14)

Introducción
Año I. Lot, el sobrino de Abrahán, se adueña de la llanura fértil y rica, que un día será destruida. Abrahán en cambio se queda con las colinas pedregosas que un día su pueblo poseerá.
Evangelio. El tema moralizante de los dos caminos –familiar para el pensamiento judío y también para el cristiano, desde la Iglesia primitiva hasta nuestros días (por ej. ver la espiritualidad ignaciana)- está en el fundamento de las lecturas de hoy. Jesús dice que hay un camino fácil y espacioso que conduce a la perdición y otro estrecho y arduo que conduce a la vida. Los países ricos de hoy día han creado para sí mismos una vida de confort que está en camino de ser auto-destructora. Están en peligro de destrucción la naturaleza, los recursos naturales, y hasta la humanidad misma. Un mayor control y moderación ¿no permitiría a cada viviente de la tierra vivir una vida digna de la persona humana, digna de los hijos e hijas de Dios? ¿Qué camino estamos adoptando nosotros?

Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú nos preguntas
a través de tu Hijo Jesucristo:
¿Qué camino quieren ustedes tomar:
el menos exigente y sin esfuerzo,
o el camino y la puerta estrechos, difíciles
y llenos de obstáculos?
Señor, que, al elegir,
nos decidamos siempre
por el camino de tu Hijo,
por que él es nuestro Señor
por los siglos de los siglos.

Intenciones
  • Pedimos al Señor que no nos convirtamos en demasiado exigentes con otros, sino que nos haga generosos y afables para tratarles como nosotros esperamos que ellos nos traten. Oremos.
  • Que no busquemos un camino demasiado facilón a través de mentiras y de pasividad, cuando la vida y el bien de nuestros prójimos pide sacrificios. Oremos.
  • Que no toleremos nunca pasivamente el que haya gente discriminada, explotada y excluida. Oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús escogió el camino
de la humildad y la pobreza
y todavía aparece en medio de nosotros hoy
en el signo cotidiano de un simple trozo de pan.
Danos, a nosotros y a tu Iglesia, -te rogamos-
la mentalidad de Cristo Jesús:
que no tratemos de impresionar al mundo
con poder y prestigio,
sino cambia a tu Iglesia desde dentro
con nueva mentalidad;
que sepa proyectarse al mundo
con pobreza de medios
y con el sencillo don de humilde servicio.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Oh Dios, Señor de vida:
Tú respetas nuestra libertad
de poder elegir entre dos caminos divergentes:
el camino ancho y fácil de la propia voluntad,
que no lleva a ninguna parte,
o el duro y pedregoso sendero de tu voluntad.
Que tu Hijo esté con nosotros
y camine a nuestro lado
por el único camino que conduce a la vida,
el camino donde tu voluntad
es también nuestra voluntad
y tu felicidad es la nuestra,
ahora y por los siglos de los siglos.

Bendición
Hermanos: “Estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la
vida.” Sí; algunas veces el camino del Señor no parece recto y derecho y no sabemos bien a dónde nos lleva. Pero nuestra fe nos dice que confiemos firmemente en Cristo.
Que el Dios todopoderoso les guíe siempre por sus caminos, les dé fuerza y les bendiga: el Padre, y el Hijo y el Espíritu Santo.