Comentario al Evangelio del
Estimados hermanos y hermanas en Cristo: ¡Paz y bien!
Con los verbos “ver”, decir” y sacar”, Jesús insiste en la actitud de no juzgar a las personas. Para eso, el Evangelio nos presenta la comparación entre la “viga en nuestro ojo” y la “mota en el ojo ajeno,” símbolos del que juzga y del que es juzgado. En la comparación ya se ve que hay una desproporción abismal entre una viga y una mota. Esa imagen tan exagerada de la “viga en el ojo” es una forma de decir que, al final, somos incapaces de ver al otro tal como es: un hermano, una hermana, a quien estoy llamado a amar y no a juzgar. Además, mirar la “mota en el ojo” del otro es dar una gran importancia a un detalle mínimo y olvidarse de que el otro es mucho más que sus errores. Es la actitud típica del que siempre está buscando los fallos en los demás.
Por mucho que nuestra intención al juzgar esté revestida de una apariencia de preocupación por la situación del otro, muchas veces nuestras correcciones no son más que una forma de disimular nuestras propias meteduras de pata. La “viga” del resentimiento, de la incoherencia, de los fracasos personales se terminan convirtiendo en las gafas a través de las que vemos a las personas. Y así nuestra mirada es una mirada hecha de prejuicios, una mirada muy limitada, una mirada miope.
Santa Teresa de Calcuta dijo una vez que “el que juzga a las personas no tiene tiempo para amarlas.” Es una cuestión de escoger: o juzgamos o amamos. Jesús escogió amar y hoy nos invita a hacer lo mismo. A los que las autoridades religiosas de su tiempo veían como pecadores, Jesús los miró y los acogió con amor.
Como Jesús estaba libre de todos esos prejuicios cuando se relacionaba con las personas, su mirada veía en ella mucho más que un pecador. Recordemos cuando se acercó a Leví, cobrador de impuestos, y le invitó a seguirlo. Enseguida se sentó a la mesa con muchos otros publicanos y pecadores (Mc 2,14-17). O su respuesta al grupo de escribas y fariseos que le presentaron la mujer encontrada en adulterio (Jn 8,2ss). O cuando entró en Jericó y vio a Zaqueo, aquel rico jefe de los publicanos de la zona, y se auto-invitó a ir a su casa y a quedarse en ella (Lc 19,1ss). Lo más probable es que todos esos con los que Jesús se encontró no tuvieran simplemente una “mota en el ojo” sino grandes y auténticas “vigas” según los criterios sociales y religiosos de aquel tiempo. Pero Jesús no juzgó su comportamiento sino que, con su presencia acogedora, les ofreció la posibilidad de cambiar.
Pidamos en este día la gracia de mirar a las personas con unos “ojos” evangélicos, libres de “vigas” y trabas, especialmente aquellas con las que nos cuesta más relacionarnos. Hoy te desafío a que llenes de amor todas tus relaciones.
¡Que tengan un buen día!

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roberto f c
el 22/6/15
BENDIGA AL PARROCO QUE EXPLICA CON TANTA CLARIDAD LA PALABRA


Felix Alejandro
el 22/6/15
Tenga law clarida de dscernir de no preciitarnos en actuar con reservacion y sin ofrcer esperaanzaa a nuestro Herman's.


Jorge Calderón
el 22/6/15
Lo que más observamos de una persona es su rostro y, particularmente, sus ojos. Ojos que tienen el brillo de la pureza de corazón, ojos agobiados por el pecado, ojos que denotan deseo, pasión, ojos cansados, etc. Bien dice el evangelio de hoy que no debemos aventurar juicios viendo algún defectillo en ojo ajeno, sino más bien sacarnos de nuestros propios ojos esa viga que nos impide ver las cosas buenas, ver el camino, la luz, la verdad y la vida en santidad.
En vez de taparnos los ojos, veamos al prójimo con amor, en ve » ver comentario


Alicia.
el 22/6/15
El evangelio nos dice No, juzgar, tristemente tenemos esa mala costumbre y lo hacemos sin penzar. Dice, Jesús para no ser juzgados, entonces debemos corregir primero nuestros errores y aprender a ver a las personas como Dios las ve con ojos de Amor y misericordia y si es posible corregirlas con paciencia. Entiendo que no se trata de ser negligentes con nuestro errores ni los agenos, porque hay que cumplir la justicia y lo mandado en la palabra.
Damos gracias a Dios, por su Amor y misericordia al mostrarnos estas enseñanzas. Y que todo esto Sea acojido en nuestr » ver comentario


Julio Enrique.
el 22/6/15
El aviso es muy claro ."OS juzgaran como juzguéis vosotros, y la medida que uséis la usaran con vosotros". Si nuestra medida es de rigor, nos exponemos a que la empleen también con nosotros. Si nuestra medida es de misericordia, también Dios nos tratará con misericordia.
Jesús nos enseña a ser tolerantes, a no estar siempre criticando a los demás, a saber cerrar un ojo ante los defectos de nuestros familiares vecinos.
» ver comentario


Alejandro Carba
el 22/6/15


Mariano flores
el 22/6/15


José Lluis
el 22/6/15


elizabeth L .
el 22/6/15


Norman Mesa
el 22/6/15


ARELIS
el 22/6/15


Olga E.
el 22/6/15
En cuanto al evangelio de hoy creo que nos golpea a todos. Somos demasiado injustos con respecto a los errores ajenos. Los nuestros los maquillamos a tal extremo que son minimisados al extremo. Es más, los mismos que los otros cometen en nosotros son minimisados. Traigo a mi memoria la moraleja que en su fábula de La Pava y las Hormigas , Félix Marîa Samaniego, la cierra "la falta leve en otro es un pecado horrendo, más el delito propio, no es más que pasatiempo" que el Señor nos permita ver con » ver comentario


ARELIS
el 22/6/15


Santos
el 22/6/15


Frank Wiese
el 22/6/15
Quizá por eso, por el infinito amor de Jesús, es que Él sí puede juzgar a vivos y muertos.


Elio Garcia
el 22/6/15


Irenarco Cala
el 22/6/15


Augusto Serna A
el 22/6/15


recc1718
el 22/6/15
Hay otras personas que tienen un temperamento que todo lo transforman en buenos humores, incluso los malos alimentos... Los cerdos tienen una fuerte constitución: come » ver comentario


isidro
el 22/6/15


NERIO MG
el 22/6/15


Carlos
el 22/6/15
Ruego pedir al Señor por la beatificación de Chiara Lubit.-


Trinidad Rodrig
el 22/6/15


Rosario
el 22/6/15
Señor ayúdanos a quitarnos la viga del resentimiento, de las críticas y danos la gracia para amar a las personas con las que nos cuesta relacionaros, como tu amas con ese amor puro y verdadero a tus semejantes. amén. felicitaciones por este precioso comentario cmf. Nogueira que nos ayuda mucho a reflexionar sobre las situaciones que se presentan en el diario vivir.


Salvador Gomez
el 22/6/15


Elizabeth
el 23/6/15


Enrique
el 23/6/15


Enrique
el 23/6/15

George C.P.
el 21/6/15
Tampoco se debe desprestigiar a toda una institución porque alguno de sus miembros cometió una falta, más aún sabiendo que la carne y las circunstancias pueden hacernos caer en pecado. Perdónanos Senor, si alguna vez hicimos eco a las acusaciones conta miembros de una Snta Institución.