PAKISTAN – La odisea de los refugiados olvidados, que son presa de los talibanes

9 de septiembre de 2010
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Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Peshawar (Agencia Fides) – A los refugiados “más afortunados” hoy en Pakistán no les falta agua, alimentos, tiendas de campaña. Pero los esfuerzos del gobierno y de los organismos humanitarios no consiguen llegar a todas las personas desplazadas, más de 8 millones de los 17 millones de personas afectadas por el desastre. Miles, sumidos en la pobreza extrema a causa de las inundaciones, están luchando por sobrevivir, vagando en busca de un territorio que los acoja, a menudo mueren de hambre. Es la suerte de las personas desplazadas que viven sobretodo en los distritos más remotos, como los de la provincia de “Khyber Pakhtunkhwa”, hasta hace unos meses llamada “Provincia fronteriza del Noroeste”, en el noroeste de Pakistán.

Según lo que han referido a Fides las ONG que trabajan en el terreno, la labor humanitaria actualmente se concentra en las grandes ciudades y en los campamentos de refugiados ya establecidos. Miles de refugiados en zonas remotas no tienen ningún tipo de asistencia y reconvierten así en destinatarios privilegiados de la ayuda y del proselitismo de grupos talibanes.

En Khyber Pakhtunkhwa, los refugiados se hacinan en los distritos de Charsadda, Nowshera y Peshawar, donde han sido activados programas de asistencia gubernamental y operan muchas organizaciones no gubernamentales. Las víctimas de las inundaciones en los distritos de Dir, Kohistan, Chitral y Shangla sin embargo, no reciben la misma atención. “En el distrito de Kohistan, las familias en los pueblos de Dassù, Qabar Valley, Dong Nala, Harban Basha y Kandian están muriendo de hambre, porque las infraestructuras, como carreteras y puentes han sido destruidas por las inundaciones”, denuncia una ONG local.

José Masih es uno de los voluntarios de la “Church World Service”, Ong de inspiración cristiana presente en Pakistán y Afganistán desde hace más de 50 años, actualmente en actividad en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa. En una entrevista con Fides, explica: “Intentamos ocuparnos de los refugiados olvidados, los más alejados de las ciudades y que no han sido acogidos en los campos de refugiados. Asistimos en esta área a más de 10 mil familias, especialmente con alimentos, agua y tiendas. El gobierno no consigue llegar a todos con la asistencia humanitaria. Pero nuestro trabajo también representa solo un poco de ayuda, con respecto a la ingente necesidad”.

La provincia de Khyber Pakhtunkhwa es una de las que tiene un alto riesgo de terrorismo: “Todavía están en curso operaciones militares contra los grupos terroristas”, explica Masih. “Estamos en una zona de conflicto y, tras los últimos ataques, estamos en estado de alerta. El terrorismo quiere aprovechar el hecho de que el ejército está ocupado en las operaciones de rescate”.

En el territorio de Khyber Pakhtunkhwa, notan las Ongs, la falta de ayuda del gobierno genera más descontento entre la población: esto aumenta la afiliación y el riesgo de las afiliaciones a organizaciones o grupos terroristas islámicos integralistas, que han empezado las operaciones de asistencia. Según los observadores, en este nivel se ha verificado una fusión entre dos organizaciones terroristas, Lashkar-e-Jhangvi (LeJ) y Tehreek-e-Talibán Pakistán (TTP) que han revindicado los últimos ataques de Quetta y Lahore, y que también están activos en el noroeste de Pakistán. Según datos oficiales, 79 distritos del país (de un total de 124) se han visto afectados por las inundaciones: 24 en Khyber Pukhtunkhwa, 19 en Sindh, 12 en el Punjab, 10 en Baluchistán, 7 en Kashmir y 7 en Gilgit-Baltistán (también conocido como FANA, Federally Administered Northern Areas). (PA) 

    

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