El objetivo de esta nueva oficina, además de sugestión financiera, es ser un punto de encuentro ydifusión del proyecto de la AsociaciónFires (Financiación e InversiónResponsable, Ética y Solidaria), compuesta por 19asociaciones dispuestas a hacer de este tipo de banca una nueva formade ayudar a los sectores más pobres.
Aunque no deja de ser una actividad empresarial, es otro concepto deluso de los fondos. «El dinero es, en este caso, como elestiércol, que cuanto más se esparcemás puede abonar», asegura el Presidente de laAsociación Fires, Carlos Ballesteros.
Esta banca alternativa, que se desarrolla dentro del sistemaeconómico y financiero tradicional, ofrece a sus clientes laposibilidad de tener unas garantíasdel destino de sus ahorros. «Hay bancos importantes ennuestro país que invierten sus fondos en empresas quecontaminan o que compran y venden armas», explica la ONG Setem.
Sin embargo, Fiare, creada en Bilbao en 2003, se ocupa de apoyareconómicamente a empresas y proyectos sociales,medioambientales, culturales y humanitarios. Y al mismo tiempo, pone recursos al alcance de laspersonas más pobres y a las organizaciones quetrabajan con ellas en los países desarrollados y en los queestán en vías de desarrollo.
Laconfianza de los clientes
El éxito de este proyecto radica en la confianza que puedandepositar los clientes en una banca tan peculiar. Juan Garibi, directorde Desarrollo del proyecto Fires, tranquiliza a los futuros clientesexplicando que Fiare tiene detrás a Banca Popolare Etica,una entidad bancaria italiana promovida por numerosas redes sociales, yde cuyo control financiero se ocupa el Banco de Italia. Y en nuestropaís, Fiare responde de la relación con suclientela ante el Banco de España.
«Nosotros no nos promocionamos con anuncios como otras entidades,nosotros buscamos a gente para sensibilizarla y explicarle elproyecto», asegura Garibi. Parte de la labor desensibilización la realizan las entidades sinánimo de lucro que componen Fires. Sin publicidad y sin elreclamo de importantes beneficios para los ahorradores o inversores, lafinalidad es que el banco funcione para personas que deseen cambiar larealidad con sus acciones y que valoren la rentabilidad social.
Los clientes de la Banca Ética deben saber que «sirecibieran unos beneficios muy altos, éstosvendrían de los intereses que se cobran por lospréstamos para proyectos sociales», afirma Juan Garibi. «Hay que dar beneficios sinconvertirlos en una cantidad indigna«, ni para los quepagan, ni para los que ganan.
La oficina, que estará abierta los miércoles porla tarde de 17.00 a 20.00 horas en la sede de laorganización Setem en la capital, será atendidapor voluntarios expertos en el sector. Bilbao, Pamplona y SanSebastián ya cuentan con sus propias oficinas. En Vitoria,también se ha inaugurado una sede coincidiendo con laapertura madrileña.
