El Vaticano condena la producción de armas nucleares

1 de febrero de 2007
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El presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, cardenal Renato Martino, ha denunciado el fenómeno del terrorismo y el aumento de la producción y comercialización de las armas nucleares y convencionales durante la presentación el pasado sábado en Samphran, Bangkok, del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, según informó hoy el Vaticano.

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos. Durante el acto, el cardenal Martino criticó la producción y comercialización de las armas nucleares y convencionales, y enfatizó que ‘no puede haber tolerancia moral hacia ninguna doctrina militar que apruebe los armamentos nucleares’ y que ‘los enormes recursos financieros destinados anualmente a los armamentos se deben dirigir, con mayor provecho, a la educación y al desarrollo, en lugar que a las guerras’.

El cardenal fue enviado como representante vaticano al Congreso continental asiático celebrado en Bangkok del 25 al 27 de enero para presentar el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, uno de los referentes de la fe católica, junto al catecismo, y que ha sido presentado por primera vez en Asia. Durante su intervención, el cardenal resumió en cuatro los desafíos del continente: la defensa de la paz y los Derechos Humanos y la promoción del desarrollo y del medio ambiente, según informó el Vaticano.

‘Impulso de la paz, defensa de los Derechos Humanos, promoción del desarrollo y tutela del medio ambiente’, son los cuatro desafíos principales para la Iglesia en Asia. El cardenal recordó que el Papa Benedicto XVI consdiera que el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia es ‘el instrumento de referencia más autorizado para inspirar cristianamente la realización de un orden social justo’.

Durante la inauguración del congreso, el cardenal Martino afirmó que los pueblos de Asia necesitan ‘afrontar a la luz de los fundamentales principios de la doctrina social cristiana’ los desafíos de la ‘inalienable dignidad de la persona humana, del bien común, de la subsidiariedad y de la solidaridad’.

Según informó la Santa Sede, en Asia nueve millones de personas sufren discriminación, explotación, pobreza y marginación. ‘Para los cristianos es inevitable e irrenunciable la defensa de los Derechos Humanos’, recordó el presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, que subrayó la primacía del derecho a la vida, ‘cimiento elemental de todos los demás derechos y del derecho a la libertad religiosa, fundamento trascendente de los mismos Derechos Humanos’.

El cardenal Martino explicó que en ‘el continente asiático, se encuentran algunas de las naciones más pobres de la tierra’ y destacó la necesidad de trabajar por ‘la promoción del desarrollo, en especial, en el compromiso en favor de los migrantes, de las poblaciones lugareñas, de las mujeres y de los niños’, que definió ‘víctimas de las peores formas de explotación’.

El representante vaticano recordó la importancia del impulso por la tutela del medio ambiente. Además, insistió en la promoción del ‘derecho a la paz’ en el contexto asiático, ‘ante una nueva violencia que arremete contra individuos y pueblos enteros y mientras la cultura de la muerte se va afianzando en el injustificable medio de la violencia para resolver las tensiones’.

El congreso fue organizado por el Consejo Pontificio Justicia y Paz, y la Oficina para el Desarrollo Humano de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (FABC) y participaron, entre otros, los presidentes de las 16 Conferencias Episcopales del continente.

Extraido de Periodista Digital

    

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