El Papa valiente, testigo de la esperanza

14 de septiembre de 2012
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Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Parece frágil, pero tiene temple de alemán y decisión de sabio. Benedicto XVI le echa agallas y una buena dosis de valentía, para mantener su viaje al Líbano. Un viaje muy arriesgado. Un viaje al lado del infierno sirio. Una visita en la que el Papa se la juega, sobre todo tras loa acontecimientos de Libia y de Egipto, sumados al polvorín sirio. Un Papa valiente, que merece nuestro apoyo y nuestra oración.

Podría haberlo suspendido fácilmente. Y nadie se lo hubiese tomado a mal, dadas las circunstancias extremas. Podría incluso anunciar que lo posponía y, seguramente, habría contado con el aplauso del mundo. Pero lo mantiene, decidido a predicar la paz precisamente en medio de un Oriente Medio en llamas.

Ese testimonio vale más que mil palabras. Su simple presencia en Beirut es un gesto tan lleno de simbolismo y de empatía evangélica, que enamora.

El Papa-valiente, al contrario de otros muchos jerarcas católicos, no se esconde tras una falsa prudencia. Da la cara. Arrostra las dificultades y los peligros. Incluso en primera persona. Con la serenidad de los testigos y la prudencia de los mártires. Sabe que, como dijo el Maestro, el "buen pastor da la vida por sus ovejas". Si fuese necesario.

Y los musulmanes, vejados por una película blasfema sobre el Profeta, sentirán también la dulzura de este Papa menudo y frágil vestido de blanco. Y seguramente les cautivará. Y llegará a su corazón. Por lo que haga y por lo que diga. Y podrá sembrar un poco de paz y esperanza en Oriente Medio: una primavera cristiana en sintonía con la primavera árabe.

Un viaje que seguramente dará mucho fruto y convertirá al frágil Benedicto en el Papa de la paz.

¡Que viva el Papa valiente testigo de la esperanza y mensajero de la paz!

 


Extraído de Religón Digital