El matrimonio existe y resiste.

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Un vecino encontró a Nasrudhin de rodillas y en afanes de búsqueda.
-¿Qué andas buscando?
-Mi llave. La he perdido.
Y arrodillados los dos se pusieron a buscar la llave perdida.
Después de muchas vueltas y de invocar a Santa Lucía, la patrona de la buena vista, dijo el vecino:
-¿Por dónde la perdiste?
-En casa.
-¡Santo Dios! Y entonces, ¿por qué la buscas aquí?
-Porque aquí hay más luz.

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Por poderes fácticos con intereses inconfesa­bles, se ha tenido especial interés en conducir a la oscuridad de las pasiones a la institución fami­liar. Nuestra revista va a intentar -en sucesivos artículos- reconducirla al ámbito luminoso de la razón serena y de los valores encerrados en el mensaje de Jesús de Nazaret.

Cuando Pablo VI fue a Bombay, donde los católicos apenas llegan a medio millón, acudie­ron a recibirlo cuatro millones de personas, ¿Cómo se puede entender esto? Un catedrático de Historia de las religiones de la Universidad de Nueva Delhi, explicaba: "No han venido a ver al Pa­pa. Han venido a ser vistos por él. Para un oriental los ojos de un hombre santo transmiten salvación, luz y purifican las almas de aque­llos a quienes miran".

Este es el objetivo de estos artículos. Poner a la familia,   tan   despreciada hoy, bajo la mirada de Jesús y su mensaje. Y re­cibir de él la luminosidad y la impermeabilidad que impide entrar a la correosa polilla.

Es interpelante el grito del poeta convertido Paul Claudel: «Los que tenéis la luz, ¿qué hacéis si el mundo está en tinieblas?»

Presupuesto básico

La doctrina de la Iglesia Católica parte del presupuesto de que el matrimonio es:

  • Una institución de derecho natural, que crea una unión estable entre el hombre y la mujer, fundamento de la familia.
  • Que el Nuevo testamento ha elevado al pla­no sobrenatural, pero que fue necesaria una pres­cripción positiva de derecho divino para hacerla plenamente clara.
  • Que la noción de sacramentalidad del matri­monio se encontraba preparada por el hecho de que la unión entre el hombre y la mujer sirvió ya en el Antiguo Testamento de símbolo de la unión del Señor con su pueblo.
  • Que san Pablo va más lejos y afirma que la unión del matrimonio es una realización entre los esposos del amor de Cristo al entregarse a la Cruz por la Iglesia.

Niebla espesa sobre la familia

Aún resuenan estas palabras del Papa Juan Pablo II: "Una de las cosas que más hiere nuestro corazón de pastores, es el ataque pertinaz y calculado dirigi­do a disgregar la familia". Efectivamente; aparecen en nuestra sociedad actual unas fuerzas oscuras: sensacionalismo, amarillismo que proporciona no­ticias bien cocinadas, MCS que provocan un clima donde los valores familiares parecen antiguallas estridentes.

Para más abundancia cedo la palabra al bri­llante premio Planeta Juan Manuel de Prada, que en reciente artículo se pregunta si:

  • la proliferación de desarreglos psíquicos no tendrá que ver con la acumulación del tibio cobi­jo que la familia proporciona.
  • si los chavales que llegan a las aulas sin des­bravar, no es en buena medida porque han creci­do en familias invertebradas.
  • si no habrá un vínculo entre las recientes patologías sociales -el consumismo bulímico, la soledad urbana, las plurales ansiedades- y la sis­temática demolición de la familia.

Preguntas que interpelan a la sociedad. Pero además lanza un grito de protesta y denuncia, que -al menos un fragmento- merece conocerse:

«Los perseguidores de esta milenaria crea­ción humana suelen tildarse de represiva, tiráni­ca, intemperante y castradora. Quizá las familias de estos resentidos fueron, en efecto, jaulas irres­pirables donde barbotaban las pasiones más mezquinas. Y ese rencor privado han querido instalarlo en la sociedad como las alimañas ra­biosas que no encuentran alivio hasta que no : consiguen contagiar su veneno mediante el mor-I disco. Pero quienes hemos probado el amor ma-: ternal, la protección paterna, la fraternidad tu­multuosa y fecunda, las enseñanzas invictas del abuelo, estamos inmunizados contra ese mordis­co" (ABC 27-X-2001).

Des-protección familiar

Por no entrar en detalles, basta con recordar que España está llevando el farolillo rojo en la Unión Europea, aunque se acaban de anunciar medidas para dar algunos pasos hacia adelante.

Quizá convendría leer la afirmación de Juan Manuel de Prada, en su artículo «Familia», ya cita­do: «La protección de la familia como piedra an­gular, sobre la que se asienta el ordenamiento de una sociedad, constituye la enseña de un gobier­no inteligente».

La familia hoy necesita que se le arranque de la oscuridad adonde la quieren conducir fuerzas tenebrosas y llevarla paso a paso a un baño de luz.

Alfredo María Pérez Oliver, cmf     

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