Contra el hambre, defiende la tierra

9 de febrero de 2010
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Con el lema “Contra el hambre, defiende la tierra”, Manos Unidas inicia su Campaña LI empeñada en la erradicación de la pobreza y el hambre, desde la defensa de la tierra y el cuidado del medio ambiente, conscientes de que los efectos de los cambios y los desastres climáticos afectan sobre todo a la vida de los más pobres.

(JPG) DENUNCIAMOS
  Estamos haciendo un mal uso de los recursos de nuestra Tierra:

  • Explotamos las fuentes de agua, los ríos y los mares, de manera indiscriminada y en beneficio de unos pocos.
  • Destruimos los bosques con los incendios y la tala de árboles.
  • Contaminamos el aire, quemando combustibles fósiles, como carbón, petróleo y gas, de manera insostenible, y provocamos un deterioro irreversible.
  • Degradamos la tierra y el agua con vertidos y desechos tóxicos incontrolados.

  Con estas acciones y comportamientos degradamos la dignidad de las personas, en la medida en que empeoran las condiciones de vida, sobre todo de los pobres, que son los más vulnerables.

  Si no reaccionamos:

  • Aumentará la dificultad para conseguir alimentos, por la pérdida de tierras para la producción agraria, y se agravarán las situaciones de pobreza y la deficiente calidad de vida.
  • Aumentarán las enfermedades relacionadas con el agua, con la falta de saneamiento y el calor, como la diarrea, el dengue, la malaria y el paludismo.
  • Aumentarán las migraciones forzosas y los refugiados por las catástrofes, el deterioro, la erosión, la deforestación y las sequías prolongadas.
  • Disminuirá la capacidad de generar renta a través del turismo en las zonas donde el medio natural se vea deteriorado.
  • Habrá más riesgo de conflictos entre los pueblos,más lucha por los recursos naturales.

NECESITAMOS Y DEMANDAMOS
  Un modelo de desarrollo limpio y sostenible, que armonice la actividad económica con las exigencias de la ética y con los derechos fundamentales de la persona.
  Un cambio de actitudes y de estilos de vida, tanto en el Norte como en el Sur; sólo así se podrá lograr un mundo más justo y solidario para todos.
  Un consenso ético regido por la centralidad de la dignidad de las personas. Cuidar el ambiente sin el ser humano es proteger sólo “medio” ambiente.
  Un compromiso político más claro y decidido de adopción de políticas nacionales y globales para la protección del medio ambiente, como un bien universal, porque es un don de Dios, para nosotros y las generaciones futuras.
  Respuestas que ayuden a paliar los efectos de los cambios en las condiciones del clima, basados en la reducción de consumo energético, en una mayor financiación del desarrollo y en la transferencia de tecnologías limpias a los países en desarrollo.

NOS COMPROMETEMOS
  A seguir luchando contra la pobreza y el hambre. Después de más de 50 años de trabajo, somos necesarios. La defensa de la vida de los más pobres a través de la defensa de nuestra casa común, la Tierra, lo exigen.
  A incrementar la sensibilización y la educación para el desarrollo:

  • Promoviendo la gestión austera y coherente de nuestros recursos (reducir, reutilizar, reciclar).
  • Colaborando con empresas que asumen la Responsabilidad Social Empresarial y están comprometidas en acciones de defensa del medio ambiente.
  • Incorporando los problemas del deterioro del medio ambiente a los proyectos de desarrollo, estableciendo como eje transversal la protección, conservación, gestión de la biodiversidad y ecosistemas vulnerables.
  • Integrando redes locales, nacionales e internacionales preocupadas por la agresiones al medio ambiente.

Por todo ello, pedimos firmemente:

“¡Contra el hambre, defiende la Tierra!”