Compartiendo iniciativas ante la crisis

29 de mayo de 2009
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Hay una pregunta clave que hay que responder, y que ha sido magníficamente planteada por Mons. Pedro Casaldáliga: ¿Queremos salvar el sistema o queremos salvar a la Humanidad? De la respuesta que demos a esta pregunta los enfoques de actuación serán diferentes (y en muchas ocasiones diametralmente opuestos).

(JPG) Hasta ahora la mayoría de las respuestas que los distintos gobiernos han dado van más encaminadas a salvar el sistema y a sus dioses: las Bolsas, los Bancos, las grandes empresas…

Queremos seguir ahondando en la crisis económica y financiera que nos afecta, pero que, sobre todo, afecta a los más vulnerables: inmigrantes, mujeres, personas en desventaja social… Esta situación de crisis nos emplaza a preguntarnos ¿qué hacemos ante la crisis? ¿Cómo nos afecta?

Por eso, no se trata de gastar menos para ahorrar más, sino para compartir mejor. Y desde ahí, a niveles personales surgen planteamientos como:

  • Dedicar un tiempo a analizar cuáles son los gastos ordinarios y toma algunas decisiones al respecto
  • Realizar gestos acciones que van contracorriente de una sociedad consumista, por ejemplo, por lo menos durante una semana compra sólo lo necesario e imprescindible. No comprar productos que tengas conocimiento de que están hechos por empresas o multinacionales que explotan a sus trabajadoras y trabajadores, no pagan salarios justos o emplean mano de obra infantil. Y si esto lo desconoces, puedes buscar información al respecto en Internet: www.consumoresponsable.com; www.consumehastamorir.org; www.ropalimpia.org
  • En línea de una alimentación basada en una agricultura sostenible y unos productos más sanos, en muchos lugares están surgiendo los “grupos de consumo”, que tienen como finalidad abastecerse con productos locales y de temporada. Tal vez, entrar en una de estas redes te ayude a mejorar la economía familiar o comunitaria, a la vez que apoyas un comercio más local y más justo.
  • Reducir los gastos en compras, obras y comodidades para poder compartir más.

Hay quienes se preguntan sobre sus ahorros, sobre el dinero que tienen en los bancos: “¿A dónde van? ¿En quiénes repercuten? ¿A quién beneficia?” Y eso les ha hecho informarse sobre la Banca Ética. Hay quienes han optado por realizar inversiones para promover la banca socialmente y ecológicamente responsable. Muchas de ellas hablan de Fiare, de Triodos Bank y del Fondo de Solidaridad y Esperanza de Granada.

Junto a la inversión en Banca Ética aparece otra acción que también pretende dar un giro al sistema capitalista: la opción de comprar algunos productos en el Comercio Justo. En esta línea de consumo responsable, se apuesta por comprar más en los pequeños comercios de los barrios, colaborando así en su fortalecimiento ante la crisis que siempre arremete antes con los pequeños establecimientos y favorece a las grandes cadenas.

-  Extraido de: CONFER

    

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